
¡Armá tu presupuesto!
Llevar un presupuesto es la clave de una buena salud financiera. Te explicamos cómo hacerlo y utilizarlo a tu favor.
Si registramos nuestros ingresos y egresos, por diferencia entre estos dos conceptos, surge nuestro ahorro.
En tu economía sucede lo mismo que en una empresa o en un país. Esta puede ser tu situación:
- Superávit: tus ingresos son mayores a tus gastos
- Equilibrio: tus ingresos son iguales a tus gastos
- Déficit: tus ingresos son menores a tus gastos
En las dos primeras opciones, no habría inconvenientes. El problema se presenta cuando sucede la tercera opción. Es decir, cuando tus gastos son mayores a tus ingresos. Esta situación se presenta, por ejemplo, cuando pedimos prestado, ya sea a un familiar, a un banco, a una financiera; o cuando pagamos en cuotas por compras (en casas de electrodomésticos, por ejemplo). Incluso, a veces, sucede casi sin darnos cuenta, cuando utilizamos la tarjeta de crédito.
A veces, lo que no llegamos a pagar con nuestro sueldo, comenzamos a “tarjetear”, que no es más ni menos que tomar una deuda. Sí, cada vez que usamos la tarjeta estamos asumiendo una deuda que tendremos que pagar. Esta situación sostenida en el tiempo puede generar una deuda difícil de pagar, la famosa “bola de nieve” que comienza a crecer y se nos vuelve incontrolable.
Llevar un presupuesto nos permite ver claramente cuál es nuestra situación y si estamos comprometiendo nuestros ingresos futuros con nuestros gastos actuales por medio del uso de la tarjeta de crédito u otro tipo de deudas.
Te dejamos una planilla de flujo de fondos o presupuesto financiero, para que puedas registrar con todo detalle tus gastos e ingresos. La parte del registro de gastos es la más compleja, no por difícil, sino porque son muchos, y normalmente realizamos gastos que después nos olvidamos y nos cuesta registrar. Para eso te sugerimos hacer lo siguiente:
- Anotar diariamente todos los gastos y determinar qué tipo es.
- En el caso de gastos de tarjeta, podes considerarlos como un solo importe mensual “tarjeta de crédito”. Como un gasto fijo, ya que una vez que decidiste realizarlo, vas a tener que pagarlo sí o sí (aunque haya sido un gasto variable).
- En el resumen de la tarjeta de crédito: marcar con un color los gastos necesarios y con otro los deseos y después sumar cuanto da cada categoría. De esta forma vas a poder comprobar cómo estás decidiendo gastar y cómo estás decidiendo transformar un gasto que era un deseo, en un gasto fijo (tal vez fijo por muchos meses, si decidiste pagarlos en cuotas).
En la planilla también vas a poder ver, en primer lugar y de manera automática tu nivel de ahorro mensual y acumulado en el año.
Recomendación Finanzas Compartidas: puede ser aburrido o laborioso realizarlo, pero una vez que comiences vas a darte cuenta de los beneficios que tiene completar la planilla todos los meses y vas a comenzar a tomar el verdadero control de tu economía, sabiendo en qué gastas, cuánto, por cuánto tiempo y teniendo información que te sirva para tomar las mejores decisiones para tu futuro financiero.