Home Banking
Banca Electrónica 3.0
Llegó el turno de los gastos mensuales

Llegó el turno de los gastos mensuales

Uno de los principales problemas que asumimos todos los seres humanos respecto a las finanzas personales es el control de gastos. Antes de seguir hablando de ellos, vamos a definirlos, aunque el significado nos resulte bastante intuitivo.

Gastos: son todos los egresos de dinero que tengo de mi economía.

Al igual que los ingresos, puedo clasificarlos en fijos o variables. Y también en deseos o necesidades.

Los gastos fijos son aquellos que tengo que pagar sí o sí, con cierta periodicidad, normalmente mensual y que no dependen de que yo cada mes quiera o no realizarlos, debo pagarlos sí o sí. Además, suelen ser montos iguales o más o menos parecidos cada mes.

Ejemplos de gastos fijos:

  • Pago de alquiler de la casa donde vivo
  • Pago de cuota de obra social
  • Pago de cuota de abono mensual de celular
  • Pago de cuota de televisión por cable
  • Pago de cuota de préstamo

Los gastos variables son todos aquellos que cada mes decido realizar, pero que no tengo la obligación de hacerlos y sobre los cuales tengo algún tipo de margen para elegir el monto.

Ejemplos de gastos variables:

  • Compra de regalos
  • Pago de servicios de peluquería
  • Gastos en salidas y esparcimiento
  • Pedidos de delivery
  • Gastos en golosinas/cigarrillos

La clasificación de fijos o variables dependerá también de cada persona o familia y la manera en que ha organizado su estructura de gastos.

Es importante también clasificar los gastos en deseos o necesidades. Se trata de la clasificación más difícil de realizar, ya que muchas veces tendemos a auto engañarnos con “necesito” tal o cual cosa. Cuando en realidad es un deseo y no una necesidad.

Algunas preguntas que deberíamos poder responder son para reflexionar sabes en qué gastamos y reflexionar sobre si lo estamos haciendo bien:

  • ¿Cuántos de mis gastos corresponden a deseos ¿ ¿Y a necesidades?
  • ¿Cuántos de mis gastos fijos actuales producto de mis deseos y no de mis necesidades?
  • ¿Sabemos cuánto dinero destinamos a esos “gastos hormiga” diarios? Comprar una gaseosa, ir al quiosco, pedir delivery, comprar por impulso, etcétera.

Cada vez que elegimos gastar nuestro dinero en algo, estamos decidiendo no gastarlo en otra cosa. Ese es el “costo de oportunidad” de nuestras decisiones de gastos.

Una estructura sana de gastos debería estar conformada por:

  • Gastos fijos: 50% de mis ingresos
  • Gastos variables: 30% de mis ingresos
  • Ahorro: 20% de mis ingresos

Y aquí mencionamos la palabrita mágica: ahorro. Pero ese será tema de una próxima nota. Por ahora te dejamos una planilla para que puedas descargar y clasificar tu estructura de gastos. ¡Ojo! Es súper importante que anotes todos (absolutamente todos) tus gastos. Te vas a sorprender. Si sos de los que “no sabe dónde se le va la plata”, tenés que armar esta planilla para comenzar a conocerte.

Recomendación de Finanzas Compartidas: llevar un registro de cada gasto, para saber en qué estoy gastando y poder tener en claro cuántos de esos gastos los estoy destinando a eso y no a otro objetivo.

¡Saber en qué gastás te va a decir mucho sobre vos mismo y te va a permitir tomar mejores decisiones!